La Noche de San Juan es la víspera del nacimiento del santo, que se celebra en toda Europa con rituales, pero particularmente en los países mediterráneos y nórdicos. Constituye una celebración que te llena de alegría y esperanza pues es la noche de los augurios, la buena fortuna y la energía positiva. Lo malo y lo negativo es lo que se quema en la Noche de San Juan para que puedas adentrarte en un nuevo ciclo vital, libre por completo de pesos y de sombras.
Al ser la noche más corta del año, los días van perdiendo horas de luz en lo sucesivo, hasta llegar a los fríos tiempos del invierno. Los antiguos paganos encendían hogueras en un ritual destinado a obsequiar al sol con la luz y el calor que emanan. La hoguera simbolizaba el alimento del astro rey y era una manera de rendirle homenaje y de expresarle la necesidad que tienen los humanos de su presencia. Es la fiesta del fuego, pero también del agua, que simboliza el bautismo y con ello el renacimiento a un nuevo ciclo. Tiene relación también con las bendiciones que el sol y el agua traen a los campos.
De allí el indisoluble simbolismo que existe entre el paso del sol por las estaciones del año y las hogueras que se encienden la Noche de San Juan. El fuego, que es capaz de hacer que toda materia de desvanezca, es también un poderoso elemento de purificación. Lo que pasa por el fuego queda desprovisto de lo accesorio y de lo perecedero, de lo fútil y de innecesario. Lo que se quema en la Noche de San Juan queda definitivamente eliminado, con lo cual te sentirás liberada de lastres y de pesos que restan luminosidad y empuje a tu vida.
Durante el tiempo transcurrido entre la pasada celebración y la presente, habrás vivido algunas situaciones o sentimientos que no te agradaron o que te dejaron un mal sabor. Al día de hoy, acumuladas y sin haberlas resuelto, te restan energía. Lo que se quema en la Noche de San Juan lo bueno o lo malo del año pasado es el alimento del fuego, de los rituales y de las creencias.
Existen en tu vida una serie de aspectos que quisieras que tuvieran menor peso, en favor de otros que consideras positivos y que quieres ver crecer y prosperar.
Eso es lo que se quema en la Noche de San Juan. Cuando en esa noche te concentres en tus deseos más profundos, podrás encontrar la energía necesaria para que se hagan realidad.
Los deseos en la Noche de San Juan
Los anhelos inadecuados que tus principios de vida te impiden aceptar o los que siendo justos y apropiados no se vieron satisfechos durante el año, son una fuente de cansancio y de agotamiento. Llegada la Noche de San Juan y poniendo en práctica los rituales adecuados podrás hacerlos desaparecer.
Malas acciones
Las actuaciones que continuamente te reprochas constituyen remordimientos y son agotadores. Volver una y otra vez sobre un hecho que ya no puedes cambiar es inútil y te desgasta. Con la celebración del santo y algunos rituales podrás olvidar y descartar esas conductas que no quieres repetir nunca más.
Un mal recuerdo
Es otra cosa que forma parte de lo que se quema en la Noche de San Juan. Un desaire, un rechazo, un fracaso que experimentaste hace ya tiempo pero que ha dejado su huella en tu ánimo. Estas vivencias negativas te acompañan constantemente hasta llegar a apesadumbrarte en el presente, pero pueden desvanecerse con la magia y la buena energía de esta celebración.
Problemas laborales
Puede que un jefe intransigente te haya dicho cosas injustas o incluso que te haya despedido. En la Noche de San Juan podrás olvidar esta experiencia para seguir con tu vida más ligera de ánimo.
Los viejos proyectos
Esos planes que has culminado ya o bien los que no has podido desarrollar como querías son elementos que te estorban, como si llevaras a cuestas un armazón donde estás aprisionada. Es hora de dejar de invertir energía en empresas que ya dieron sus frutos o que no los darán jamás. Desembarazarte de ellos te hará sentir más animada, esperanzada y llena de energía para continuar el camino por el lado positivo.
Un sentimiento frustrado
A lo mejor has buscado la amistad de algún compañero o vecino y no has visto retribuidas tus atenciones con esa persona. Puede también que te hayas encontrado con una amistad de la infancia, y creyendo que podrías reverdecerla, has encontrado en cambio frases convencionales y frialdad. O sentiste surgir en tu corazón un amor que luego comprobaste que no te correspondía. Estos sentimientos que no han encontrado cauce adecuado también se quedan dentro de ti, como una piedra dura y fría, que se quema en la Noche de San Juan.