Proteger el hogar de las malas vibraciones y de los males de ojos es algo que cada vez nos piden más usuarios; por ello, os mostramos este ritual de protección del hogar. Este ritual es perfecto para todos los que quieran esta protección extra; es muy fácil de hacer y veréis que los resultados son asombrosos. Tanto si queréis tener el hogar bien protegido como si queréis evitar el mal de ojo, el ritual de protección en el hogar con la Rosa de Jericó es el que debéis probar.
Ritual de protección en el hogar: la Rosa de Jericó
La Rosa de Jericó es una de las plantas que más se usan en la magia blanca y es que nos ofrece unas propiedades únicas. Esta planta se conoce también como la planta de la resurrección y os contamos el por qué. Esta planta cuando está muerta vuelve a la vida con solo darle agua. Por ello, se conoce como la planta de la resurrección. Es una planta que nunca muere y que, pese al aspecto de planta seca cuando la compráis, en casa veréis como vuelve a florecer.
Materiales necesarios para el ritual de protección en el hogar
Los únicos materiales que vamos a necesitar para hacer este ritual son:
- Una Rosa de Jericó (en su forma muerta, seca)
- Un cuenco con agua
Ten en cuenta que este ritual se debe hacer en varios días, por lo que debes seguir las instrucciones al pie de la letra y no olvidarte de hacerlo cada día. Una vez hayas finalizado con este ritual, no solo tendrás la protección que buscas, sino que podrás hacerle todas las peticiones que quieras. Y es que, como te hemos dicho, esta planta es de las mejores por la gran cantidad de propiedades que ofrece.
Pasos a seguir para usar la Rosa de Jericó
Lo primero que debes hacer es comprar la Rosa de Jericó en estado seco. Cuando llegues a casa, debes ponerla en un cuenco lleno de agua y dejarla en él durante 2 días. Durante estos días no debes cambiar el agua aunque se ensucie, lo que es normal porqué la planta libera todas las esporas y otros materiales que hay en ella.
En el tercer día, debes cambiar el agua y debes limpiar la Rosa de Jericó. Limpiar esta planta es algo que debes hacer con mucho cuidado y bajo el grifo. Acaricia suavemente sus hojas para limpiarla, pero sin que se estropeen. Una vez la tengas limpia, debes introducirla de nuevo en el cuenco con el agua limpia que has cambiado.
Al cuatro día, debes solo cambiar el agua y al quinto día, debes volver a hacerlo. A partir del sexto día, deberías ir cambiando el agua cada dos o tres días. También es en este sexto día cuando la planta está completamente recuperada. Sentirás su protección solo con entrar en casa y le podrás hacer las peticiones que necesites para mejorar tu vida.
Como puedes ver, el ritual de protección en el hogar con la Rosa de Jericó es de lo más simple de hacer y verás, si lo pruebas, que sus resultados son impresionantes.