Tradicionalmente, la magia se ha dividido en colores en función del objetivo con el que se realizan los rituales. Así, nos encontramos con la magia roja, la cual generalmente tiene que ver con hechizos de amor; o la magia verde, relacionada con el dinero. También la magia negra, también conocida como magia oscura, la cual atrae lo negativo. Y, como antónimo de la magia negra, nos encontramos con la magia blanca, la cual representa todo lo bueno.
Por lo tanto, podemos definir la magia blanca como todos aquellos rituales y oraciones que buscan atraer cosas buenas a nuestras vidas: Mejorar la salud, potenciar la belleza, protección contra envidias, desterrar el mal, aumentar la suerte…
Merece la pena matizar que la magia en sí misma no es ni buena ni mala. Lo que define el color no es otra cosa que la intención del hechicero que está realizando el ritual. De esta manera, en la magia blanca, el principal objetivo que persigue el brujo es servir a las buenas intenciones, mientras que la magia negra se utiliza para dañar y/o destruir.
Características de la magia blanca
- Está destinada única y exclusivamente a la superación tanto espiritual como personal.
- Es importante recordar que a la hora de realizar un hechizo, debes estar equilibrado emocionalmente. En ningún caso es aconsejable desarrollar hechizos si estás deprimido o angustiado.
- Nunca debe utilizarse para amenazar ni manipular la voluntad de terceras personas.
- Los rituales son actos de unión con fuerzas poderosas, las cuales nunca debes subestimar.
- También se conoce como “Magia de la Luz”.
¿Funciona la magia blanca?
Los rituales se desarrollan con propósitos positivos tanto para ti como para todas las personas que te rodean. Si estos hechizos se ejecutan de una manera correcta, consiguen aportar luz al mundo de una manera modélica; por eso resultan tan efectivos en el amor, en la salud y el dinero. Cuando haces un ritual de magia blanca, están enviando toda tu energía al universo, la cual posteriormente te es devuelta con tus deseos cumplidos.
Hechizos de magia blanca: Invocación y Espíritus
Antes de comenzar cualquier ritual de este tipo de magia, es importante que convoques a los cuatro elementos. El proceso es muy sencillo:
- En primer lugar, mira hacia el Este y pídele al elemento Aire que te acompañe durante el hechizo.
- A continuación, gira hacia el sur y pide exactamente lo mismo al elemento Fuego.
- Posteriormente, mira al oeste y solicita la ayuda del elemento Agua.
- Y, por último, mirando hacia el norte, haz un llamamiento a la Tierra.
Una vez tengas los cuatro elementos a tu favor, es el momento de encender una vela de color blanco y pedirles a los espíritus que se unan a tí para lograr lo que deseas con el ritual.
De esta manera, ya estás preparado para comenzar con cualquier tipo de hechizo de magia blanca.
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