Puestos a hablar de hechizos, rituales y conjuros, debemos explicar que los rituales son las acciones, símbolos o tradiciones que se llevan a cabo para atraer la buena suerte y alejar la mala fortuna. También sirven para limpiar algún objeto cuando sospechamos que está afectado por energías negativas.
Hechizos, rituales y conjuros
El ritual sería la acción cotidiana que se repite a lo largo de los años a modo de costumbre, con la que se pretende atraer la buena suerte. Se utiliza para encontrar trabajo o para que nos toque la lotería.
El hechizo, sin embargo, pretende ir mucho más lejos, ya que se trata de acciones en las que el egoísmo juega un papel muy destacado. Se puede realizar con la intención de adivinar el futuro o de doblegar la voluntad de otra persona, para acometer un encantamiento de aquellos sobre los que tanto reflexionaban Sancho y don Quijote. El objetivo final es que alguien se enamore de nosotros aunque hasta el momento no nos haya querido querer.
Un hechizo es, en definitiva, una acción muy concreta en la que se utilizan una serie de objetos, materiales o sustancias para obtener algún beneficio, que normalmente tiene que ver con la salud, el dinero o el amor. Es algo que hay que hacer con cuidado y que siempre debería estar en manos de expertos y profesionales, ya que cuando entran en liza factores como el desconocimiento o el egoísmo se corre el riesgo de sufrir el inesperado efecto boomerang que tanto desagrada.
Los conjuros son algo bien distinto, se trata de la invocación a un ser sobrenatural o a un espíritu para que se manifieste.
El hechizo gitano
Para realizar el hechizo gitano precisas una cebolla o unos dientes de ajo, que, a modo de lápiz, te servirán para escribir el nombre de tu ser amado. A continuación, deberás utilizar lo que quede de cebolla o de ajo para plantarlo en una maceta con tierra, arcilla roja y una gota de tu propia sangre.
Lo siguiente será repetir tres veces en voz alta el nombre de tu amado y comprometerte a regar la planta todos los días al amanecer y cuando caiga la noche. Durante el riego, si el amarre lo practicas para enamorar a alguien que se llame Pedro, deberías pronunciar la siguiente frase: «de la misma manera que crece esta raíz, también crecerá el amor de Pedro por mi«.
También hay quien practica conjuros para solicitar la ayuda de algún espíritu para conseguir cualquier fin, pero esta práctica no es muy recomendable si no eres un iniciado en magia blanca.
¿Quieres que un hombre te desee?
Es muy sencillo, solo tienes que escribir su nombre y dos apellidos y los tuyos sobre una vela gruesa de color rojo. Una vez que lo hayas hecho la pones bajo la luna creciente, a poder ser cuando se encuentre en la casa de Escorpio.
Para que la acción resulte mucho más efectiva sería conveniente que echaras por encima de la vela secreciones que procedan de tus partes más íntimas. Una vez que lo hayas hecho, enciéndela y repite tres veces el siguiente conjuro: ‘Vela carmesí, brillante con el fuego, hechiza a Juan‘, o a Luis, Antonio o a Julián. Las palabras debes pronunciarlas con contundencia y seguridad.
Una vez que lo hayas hecho, solo te queda tumbarte para descansar y para dejar que el encantamiento fluya. Cierra los ojos e imagina que el hombre de tus sueños está tendido sobre ti haciéndote el amor. Lo más probable es que te quedes dormida de una manera muy placentera y que a partir de ese momento, las cosas cambien de forma considerable. Lo más probable es que en primera instancia tengas sueños que resultarán muy agradables. Pero lo bueno lo comenzarás a comprobar a partir del día siguiente, porque en cualquier momento podrás comprobar que el hechizo al que has recurrido ha dado el resultado que esperabas.
Nuestro consejo es que te arriesgues un poquito y que no te cierres al amor.
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